Después de decorar las ofrendas, ¿qué pasa con las flores de cempasúchil? Pueden convertirse en basura o tener una segunda vida. En Plantarium, por segundo año consecutivo, transformarán estas flores en insecticida biodegradable, el cual ya ha sido aplicado en sembradíos y cultivos con éxito.
Su olor penetrante y algunos de sus compuestos hacen que puedan utilizarse en un producto orgánico que no daña al medio ambiente, a las mascotas ni a los productos de consumo.
Plantarium es el resultado de un proceso de deshidratación, maceración y cuatro meses de trabajo para obtener el insecticida sustentable, luego de que la flor guió el camino de los difuntos.
El insecticida natural sirve para proteger del pulgón y mosca blanca a cultivos y plantas de ornato, un proyecto sustentable que idearon tres jóvenes mexiquenses.
Isabel Álvarez Salazar, integrante de Plantarium, comentó que ya se ha aplicado el insecticida en hortalizas de jitomate, acelgas, lechugas y chiles manzanos.
“Ha ayudado bastante porque evitamos el uso indiscriminado de agroquímicos, pues este concentrado de insecticida no afecta a las plantas, a quien lo aplica ni al consumidor”, compartió. La colecta del cempasúchil será el 7 de noviembre.
Durante la celebración del Día de Muertos, la luz de las veladoras, fogatas y los colores amarillo y naranja del cempasúchil iluminaron los cementerios del Valle de México, al permitirse en varios panteones la velación de las tumbas, algo que no pudo realizarse el año pasado por la pandemia.
El aumento de la movilización de personas también propició la reactivación de varios sectores.
Las industrias de comercio y servicios esperan obtener una alta derrama económica, al pasar de 800 millones de pesos registrados en 2020, a dos mil millones de pesos estimados para este año, sobre todo en los rubros de alimentos, bebidas, transporte, agencias de viajes, hospedaje, floricultura y disfraces.
Por Gerardo García y Leticia Ríos
CAR