En una de las entradas al AIFA, se hace presente un comerciante que desde hace quince años sigue al presidente Andrés Manuel López Obrador en sus giras.
Trae a la venta la foto del mandatario con la banda presidencial, en 50 pesos. También tiene stickers con la leyenda #QueSigaAMLO y libros. Llegó a las ocho de la mañana y aseguró que, pese a la magnitud del evento, no vendió lo que esperaba.
“Son souvenir de historia y simbolismo revolucionario. Vengo de la Ciudad de México, he vendido como dos mil pesitos”, dijo el vendedor ambulante que evitó dar su nombre.
Agregó que le gustaría poder rentar un espacio en las instalaciones del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) para comerciar sus productos que en esta ocasión tuvo que ponerlos en el suelo, al paso de los visitantes que hacen fila para subir al Mexibus.
“Hoy difícilmente nos dejaron trabajar y se entiende porque sí debe haber una regulación, pero sólo venimos por la inauguración. Sería importante que nos dieran un espacio (para vender)”, finalizó.
Por su parte, el señor Santos García se dio cita en el AIFA para conocerlo y también para vender sus artesanías de vidrio soplado, salió de su casa en Ecatepec y viajó 40 minutos en Mexibus hasta el aeropuerto, en Santa Lucía.
“Cuestan 100 pesos, pero en esta ocasión se los daré en tres por 100, están de oferta pero no he vendido nada”, lamentó.
En los pasillos de la terminal se corrió también la noticia del comercio de tlayudas chilangas, a 40 pesos; en redes sociales circularon fotografías y videos, en donde se observó a Carmen, quien dijo que “le dieron permiso para vender y no cobraron nada” por ocupar el espacio.
PAL
