Los Zetas fueron los primeros en decapitar a sus rivales como método efectivo para causar impacto. Se consolidaron tras dejar de ser parte del Cártel del Golfo como los escoltas de Osiel Cárdenas Guillén quien quedó como líder del grupo criminal luego de la detención de Juan García Abrego en enero de 1996.
Cárdenas Guillén tenía claro el rival con el que peleaba: el Cártel de Juárez. Por ello decidió armar un grupo especialmente formado por un puñado de ex militares desertores integrado en su génesis por 20 de ellos para que le brindaran protección.
Galdino Mellado Cruz era uno de esos 20 miembros de las fuerzas especiales castrenses del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE) que formaron la primera generación de Los Zetas donde Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca” y Arturo Guzmán Decena llevaban el mando del grupo, según relata el periodista Ricardo Raphael en su libro “Hijo de la Guerra”.
En su publicación, el periodista entrevistó a Mellado Cruz, quien contó que la formación de Los Zetas se llevó a cabo con la sanguinaria muerte de uno de los suyos identificado como Ciro Justo Hernández a quien lo torturaron por ser un informante de la DEA cortando su cuerpo y explotando un petardo en su entrepierna hasta que su propio hermano le dio un balazo en la cabeza.
Lo anterior tuvo lugar luego de que Osiel Cárdenas citara al grupo especial de castrenses en un restaurante para ofrecerles un nuevo contrato. Este consistía en tener un sueldo de 120 mil pesos mensuales y seguir con los lujos que les daba el narco; sin embargo, según Mellado, se enteraron ese día a lo que en verdad se dedicaba “el patrón” tras haberlo visto también en las noticias, por lo que dudaban de su continuidad.
“El Lazca” y Arturo Guzmán Decena ya sabían del negocio de Osiel Cárdenas y dieron la opción a sus colegas para que incluso desertaran del negocio en caso de no querer seguir en la organización, no sin antes nombrarles todos los beneficios con lo que que ya contaban como el pago extra de “viáticos”, respeto, camionetas nuevas, “trapitos chingones”, relojes y más, frente a los que ganaban como militares activos del Ejército mexicano.
Sin embargo, otro de los fundadores de Los Zetas, Jaime González Durán cuestionó el trato de Osiel Cárdenas al hacerle saber del peligro que era que la policía lo buscara y que tenían mucha gente en su contra, lo que el narco respondió que no se preocupara por ello ya que tenía a los medios y al gobierno de su lado, sentenció.
Cuando Los Zetas extendieron su dominio
De esta manera Los Zetas se formaron y extendieron sus tentáculos al también absorber a diversos grupos criminales a su paso en varias regiones, principalmente en el norte del país, según lo relató la BBC. Sin embargo, tras la captura y extradición de Osiel Cárdenas, el grupo de exmilitares se constituyó como un grupo independiente y crecieron su actividad criminal con el contrabando de cigarrillos hasta la trata de personas sin dejar el narcotráfico.
No obstante, sus tácticas militares y sanguinarias paulatinamente fueron replicadas por su rivales, y así como tuvieron un rápido ascenso, también lo tuvieron con su descenso cuando en octubre de 2012 asesinaron a su líder Heriberto Lazcano Lazcano y en julio de 2013 capturaron a Miguel Ángel Treviño Morales “El Z40”.
A diferencia de los Cárteles tradicionales donde por lo regular están formados por grupos de familias que llegan a acuerdos para hacer alianzas, Los Zetas fueron formados por reducidos grupos que operan con células parecidas como las Farc en Colombia, tienen un liderazgo base contables y una estructura de sicariato como franquicias, explica el periodista Ricardo Ravelo para la BBC.
Lo último que se supo del grupo criminal es que se dividió en dos células conocidas como el Cártel de Noreste y Los Zetas Vieja Escuela.
SEGUIR LEYENDO:
“El Lazca”: el líder de Los Zetas que arrojaba a sus víctimas a animales hambrientos
Zetas: el brazo armado que resurge como rival del CJNG en Veracruz
RM