El fabricante automovilístico francés Renault anunció que está siendo investigado por un presunto fraude en los controles anticontaminación de motores diésel de viejos vehículos. La justicia europea había abierto, a finales de 2020, la posibilidad de investigar en Francia a los fabricantes implicados en el escándalo conocido como dieselgate , que en 2015 sacudió al sector en Alemania, y que acabó costando miles de millones de dólares a los fabricantes. Volkswagen reconoció en otoño de 2015 que había equipado 11 millones de vehículos diésel con un programa que podía disimular las emisiones de gases, que llegaban en algunos casos a superar 40 veces los límites legales.
El fabricante automotriz alemán tuvo que pagar más de 30,000 millones de dólares en Estados Unidos, donde se declaró culpable de fraude. Renault deberá, por el momento, pagar una fianza de unos 24 millones de dólares (20 millones de euros) y una garantía bancaria suplementaria de 60 millones de euros en caso de posibles indemnizaciones, precisó la empresa en su comunicado. El fabricante contestó, sin embargo, “haber cometido ni la más mínima infracción” y destacó que “sus vehículos no están equipados con programas de fraude para los dispositivos de descontaminación”. ]]>