La organización Hermosillo ¿Cómo Vamos?, solicitó de manera formal a los encargados de la distribución del agua potable en la capital de Sonora que informen puntualmente sobre el posible desabasto que pueda existir durante este verano, por la sequía que estamos atravesando.
Fue a través de la mesa temática del agua donde se dio este posicionamiento, luego que hace dos días autoridades de los tres niveles de gobierno ofrecieron una rueda de prensa donde alertaron de los efectos de la sequía y donde se informó de un alarmante descenso en el nivel de los embalses y acuíferos de los que depende el abasto de Hermosillo.
Esta situación, aseguraron, sin duda compromete el desarrollo de las actividades sociales y económicas de la ciudad. Por lo que, es importante destacar que aún en medio de esta crisis, prevalece la falta de información sobre la magnitud, alcances y consecuencias de este fenómeno.
Por eso se pide a los responsables de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la Comisión Estatal del Agua (CEA) y el Organismo Operador Agua de Hermosillo (AGUAH), responder cuál es la situación de las fuentes de suministro de agua para Hermosillo y el volumen que mantienen.
Además, que informen sí se espera una variación importante en los próximos días o semanas, cuáles serían y en qué grado. Si existe alguna fuente que pudiera verse afectada en su producción de no comenzar pronto la temporada de lluvias. Qué medidas o acciones están tomando para atender este tema. Y qué estrategias planean para afrontar una posible crisis de abasto
Por otro lado, también solicitaron saber si existen recursos económicos para afrontar la sequía, cuánto es y si eso no compromete el ejercicio del Gobierno. Y por último que se informe cómo los usuarios y sociedad civil pueden ayudar a que esta situación no sea tan grave, como se prevé.
Aseguraron que el problema de abasto de agua en Hermosillo es recurrente y para resolverlo y enfrentar situaciones de crisis se necesita apertura de información e involucrar a la sociedad en la solución de este problema.
Por: Gerardo Moreno Valenzuela
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