En la sala de espera de la Central Camionera de Tampico, Jacklin aguarda con su esposa, Denis, y su pequeña hija Aliyah de apenas dos años de edad, quienes han viajado cuatro meses para llegar a Ciudad Acuña, Coahuila; su meta es cruzar a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida.
En entrevista, el padre de familia explicó que desde hace siete años salió de Puerto Príncipe, viajó a Chile donde pensó hacer su vida, sin embargo, decidió iniciar su migración con destino a Estados Unidos, a través de ocho países hasta llegar a Tapachula, Chiapas, hace dos meses.
“Aquí en México ha sido difícil. El policía te revisa, te mete la mano a tus cosas y te quitan lo poco que tienes. Yo me quedé sin dinero y no puedo seguir mi viaje, estamos esperando ayuda de nuestra familia para comprar boletos y comida”, relató.
Los discriminan
Consideró que no hay racismo en Tamaulipas, pero sí han notado que las empresas de autobuses les venden los pasajes más caros, también la comida ha sido cara y el dinero no les alcanza para llegar a su destino. “Nos venden las cosas más caras en todos lados, boletos, comida. Yo lo veo como discriminación. Abusan de nosotros en el tema de dinero. No deberían hacer que compremos las cosas más caras”, dijo.
En la central les han permitido estar en un lugar, pero no hay aire acondicionado y tampoco filtros sanitarios, en ese sitio duermen en las bancas. Mujeres y niños están en el piso, otros más comen pollo y arroz mientras esperan el autobús que los llevará a San Luis y de ahí, a Ciudad Acuña.
Estados Unidos empezó ayer a deportar a decenas de haitianos, tras la llegada de unos 14 mil, retenidos en un campamento improvisado bajo un puente en la localidad de Del Río, en el sur de Texas, después de un cruce masivo en la frontera desde Ciudad Acuña.
Mientras, el gobierno haitiano protestó contra los planes del gobierno de Joe Biden de expulsar a los migrantes de EU en masa, y dijo que Haití está sumido en una profunda crisis política y humanitaria y no tiene los medios para recibir a miles de deportados.
El éxodo de migrantes fue calificado como un problema de seguridad nacional por el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, al recalcar que hay un riesgo en la salud por la pandemia del coronavirus, por lo que llamó a la Federación a poner un alto al paso de los extranjeros desde la frontera sur de México.
Los migrantes han llegado de poco a poco desde Tapachula a Tampico, de donde salen con destino a Reynosa; algunos se han tenido que quedar por tiempo indefinido, como el caso de Petersón y su esposa, Aldaline, quienes se convirtieron en padres el pasado 10 de septiembre. La mujer fue atendida en el Hospital Civil y su bebé ya fue registrado ante autoridades de Tamaulipas, con el nombre de Jhon Bolton.
Filtros de seguridad
El pasado viernes 17 de septiembre, elementos federales retuvieron en el retén militar La Coma de la carretera San Fernando-Reynosa, a 15 camiones donde viajaban al menos 500 migrantes, quienes, pese al peligro, decidieron emprender su camino a pie o en aventones hasta la cabecera municipal, donde recibieron apoyo y comida, además de que se habilitó un albergue para que pudieran seguir su camino.
La Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración colocaron filtros de seguridad en el kilómetro 200, justo en el punto donde se divide para Reynosa y Matamoros, pero no tomaron ninguna acción lo que causó alegría entre los extranjeros, que con risas y gritos siguieron su camino con destino a la frontera. En el contingente van una gran cantidad de niños y mujeres que empujan carriolas.
Las autoridades de seguridad pública también han reforzado sus rondines, vigilando el caminar de los migrantes, pues cruzan a pie una de las zonas más peligrosas por la guerra del crimen organizado, la cual le ha costado la vida a extranjeros.
El 22 de agosto de 2010 quedó al descubierto la masacre de San Fernando, donde 72 migrantes fueron ejecutados por el grupo criminal Los Zetas. Este año, el pasado 22 de enero, se confirmó el asesinado de 16 personas originarias de Guatemala, a manos de 12 elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas.
Los haitianos que encabezan la caravana, reconocen que no tienen planeado quedarse en Tamaulipas, pues insisten en que su destino es Ciudad Acuña, mientras tanto, pequeños grupos llegan a Tampico por la carretera a Tuxpan y otros más en autobuses provenientes desde Veracruz y Chiapas.
Por lo pronto, los extranjeros acampan en el parque Cultural de Reynosa, donde están a la espera de que lleguen más para seguir con su ruta. Además de Haití, también hay personas de Brasil, Jamaica, Costa Rica y de Honduras.
Por Carlos Juárez e Israel López
CAR